En los hoteles gozamos de una serie de de comodidades que no tenemos habitualmente en casa, como es el servicio de habitaciones, que cumple todos los deseos de los huéspedes del establecimiento a cambio de un cargo final en la factura de los clientes. Si bien explorar una nueva ciudad en busca de lugares en los que comer suena emocionante, en muchas ocasiones, sea por cansancio o por cualquier otra razón, no apetece salir al exterior y son muchos los que descuelgan el teléfono para pedir comida del propio hotel. No obstante, y por diversas razones, hay una serie de platos que te recomendamos que evites pedir.
Pasta
El primer alimento de la lista puede sonar apetitoso, pero no lo será tanto después de leer lo siguiente. Se trata de una de las comidas que más margen de beneficio dejan en los hoteles, ya que mientras se cobra en torno a los 10-15 euros el plato, apenas se gastan unos céntimos en materias primas, por lo que no merece la pena pedirla. Asimismo, en el trayecto de la cocina a la habitación del hotel se pierde gran parte de su exquisitez, ya que es más que recomendable consumirla recién hecha, amén de que la salsa suele desplazarse en el plato mientras se transporta a su destino final.
Café
Hay personas que no pueden poner un pie en la calle sin tomarse antes un café, de ahí que sea uno de los elementos del menú que más se piden al servicio de habitaciones. Dejando de lado esta vez los márgenes económicos que genera, resumiendo: son inmensos, el café de los hoteles no suele estar recién hecho y permanece hecho durante horas y horas, por lo que su ya de por sí baja calidad se deja notar aún más. Así que eres de esos que "hasta que no se toma el café no es persona", sal a la calle y busca cualquier otro sitio en el que tomártelo, tu paladar te lo agradecerá.
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