Los viajes en avión distan mucho del lujo que nos quieren vender series como Mad Men basadss en los 60, ya nadie regala nada y, a no ser que pagues una serie de extras, volar no es un placer, sino más bien un incordio. El precio a pagar por viajar barato en aerolíneas low-cost está entre otras cosas, en el hecho de renunciar al propio espacio personal y a someterse a una serie de normas que la mayoría no acabamos de entender. Así, la pesadilla de muchos viajeros es que, tras haber hecho cola en la puerta de embarque, les digan que su equipaje no puede ir en cabina, sino en la bodega. Si bien a muchos se les puede venir el mundo encima en este momento -y más si deben pagar un extra no imprevisto- existen algunas formas de burlar esta situación.
Hombre precavido, vale por dos
Todas las compañías aéreas sin excepción, indican tanto en sus páginas web como en sus mostradores del aeropuerto, las dimensiones y peso máximo de las maletas que puedes llevar a bordo, así como el número de bultos por pasajero autorizados según la tarifa pagada previamente. Con estos datos en la mano, es difícil equivocarse y, asegurándose en casa de no exceder ni el peso ni el tamaño indicados por la compañía, muy probablemente pasemos de la puerta de embarque a la aeronave sin ningún coste adicional. Te recomendamos también que mires con atención el billete contratado, ya que muchas veces, y más si se contratan servicios adicionales como el alquiler de un coche, el hotel o el desplazamiento del aeropuerto a la ciudad, la aerolínea nos obsequie con embarque prioritario gratis o con más espacio para nuestras maletas.
Usa maleta blandas
La eterna pregunta de los viajeros frecuentes es si usar maletas duras para evitar que el contenido interior se dañe ante posibles golpes o bien usar bártulos blandos que se adaptan mejor a los espacios en los que debemos introducirlos. Si quieres evitar sustos en la puerta de embarque, te recomendamos que optes por las segundas, ya que suelen entrar más fácilmente en los espacios que habilitan las compañías aéreas para, en caso de duda, cerciorarse de que éstas no exceden el tamaño máximo autorizado. Además, quizás no te hayas dado cuenta, pero las mochilas realmente tienen más capacidad interior que las maletas con ruedas, ya que no deben destinar parte de su cavidad al armazón y mecanizmo de desplazamiento de las mismas.
Aprovecha el espacio al máximo
Aunque pueda ser una tarea un tanto aburrida para muchos, dedícale un tiempo extra en casa a la hora de hacer tu maleta para así aprovechar el espacio al máximo. Utiliza los bolsillos de tu equipaje sabiamente para introducir las cosas más pesadas en su interior y dejar más espacio en la cabidad principal para los objetos más flexibles que vayas a llevar. Un consejo que te damos para ganar capacidad en tu maleta es que aproveches los huecos de los zapatos para introducir otros elementos, como por ejemplo calcetines, ya que normalmente no nos damos cuenta de ello. Así, también debes de tener en mente que, según varios estudios, el 50% de los objetos que llevamos a un viaje acaban sin usarse, por lo que piensa dos veces antes de meter en tu maleta objetos que casi con toda probabilidad no vas a acabar usando.
Foto: Shutterstock
Los viajes en avión distan mucho del lujo que nos quieren vender series como Mad Men basadss en los 60, ya nadie regala nada y, a no ser que pagues una serie de extras, volar no es un placer, sino más bien un incordio. El precio a pagar por viajar barato en aerolíneas low-cost está entre otras cosas, en el hecho de renunciar al propio espacio personal y a someterse a una serie de normas que la mayoría no acabamos de entender. Así, la pesadilla de muchos viajeros es que, tras haber hecho cola en la puerta de embarque, les digan que su equipaje no puede ir en cabina, sino en la bodega. Si bien a muchos se les puede venir el mundo encima en este momento -y más si deben pagar un extra no imprevisto- existen algunas formas de burlar esta situación.
Hombre precavido, vale por dos
Todas las compañías aéreas sin excepción, indican tanto en sus páginas web como en sus mostradores del aeropuerto, las dimensiones y peso máximo de las maletas que puedes llevar a bordo, así como el número de bultos por pasajero autorizados según la tarifa pagada previamente. Con estos datos en la mano, es difícil equivocarse y, asegurándose en casa de no exceder ni el peso ni el tamaño indicados por la compañía, muy probablemente pasemos de la puerta de embarque a la aeronave sin ningún coste adicional. Te recomendamos también que mires con atención el billete contratado, ya que muchas veces, y más si se contratan servicios adicionales como el alquiler de un coche, el hotel o el desplazamiento del aeropuerto a la ciudad, la aerolínea nos obsequie con embarque prioritario gratis o con más espacio para nuestras maletas.
Usa maleta blandas
La eterna pregunta de los viajeros frecuentes es si usar maletas duras para evitar que el contenido interior se dañe ante posibles golpes o bien usar bártulos blandos que se adaptan mejor a los espacios en los que debemos introducirlos. Si quieres evitar sustos en la puerta de embarque, te recomendamos que optes por las segundas, ya que suelen entrar más fácilmente en los espacios que habilitan las compañías aéreas para, en caso de duda, cerciorarse de que éstas no exceden el tamaño máximo autorizado. Además, quizás no te hayas dado cuenta, pero las mochilas realmente tienen más capacidad interior que las maletas con ruedas, ya que no deben destinar parte de su cavidad al armazón y mecanizmo de desplazamiento de las mismas.
Aprovecha el espacio al máximo
Aunque pueda ser una tarea un tanto aburrida para muchos, dedícale un tiempo extra en casa a la hora de hacer tu maleta para así aprovechar el espacio al máximo. Utiliza los bolsillos de tu equipaje sabiamente para introducir las cosas más pesadas en su interior y dejar más espacio en la cabidad principal para los objetos más flexibles que vayas a llevar. Un consejo que te damos para ganar capacidad en tu maleta es que aproveches los huecos de los zapatos para introducir otros elementos, como por ejemplo calcetines, ya que normalmente no nos damos cuenta de ello. Así, también debes de tener en mente que, según varios estudios, el 50% de los objetos que llevamos a un viaje acaban sin usarse, por lo que piensa dos veces antes de meter en tu maleta objetos que casi con toda probabilidad no vas a acabar usando.
Foto: Shutterstock