Una mezcla peligrosa
Niños y coches pueden ser una mezcla explosiva. Y es que, tanto cuidar de los pequeños como el hecho de tener que circular conllevan una gran responsabilidad. Además, ambos pueden ser importantes generadores de estrés en los adultos. Esto puede hacer que estemos más alterados de la cuenta cuando llevamos a nuestros hijos en el vehículo. Por esto, deberíamos tomar medidas y ser precavidos para evitar hasta cinco gestos cuando llevamos a un niño en el coche.
Seamos conductores y padres responsables
Los niños, además de ser muy imprevisibles, son esponjas que absorben e imitan todo lo que ven. Además, aprenden a repetir lo que se le refuerza positivamente y lo que llama la atención. Por eso muchas veces vemos a niños muy pequeños que repiten varias veces una palabrota porque a algún adulto presente en la sala se le escapa una risa. En el coche pasa lo mismo, y no queremos que los niños imiten actos como la conducción colérica o que acaben por entender que pueden distraerse con cualquier cosa cuando tienen que estar atentos a algo importante.
Mirar el móvil
Nunca deberías mirar el móvil cuando conduces pero, si además viajas con niños, menos todavía. Recuerda que mirar el teléfono mientras circulas es una manera de dejar de prestar atención a la carretera, puede ser peligroso y además está sancionado en el Código de Circulación. Además, piensa que eres un ejemplo para tus hijos. Si miras el móvil mientras conduces, ¿cómo esperas que el niño no lo haga en el colegio cuando tiene que atender al profesor o en otros casos en los que ni siquiera está en peligro la vida de nadie?
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