Tener que elegir cada día la vestimenta que te pones para ir a trabajar supone para muchos un auténtico quebradero de cabeza. Tenemos que pensar cuál es el look ideal para ir a la oficina, algo que sea informal pero con el que podamos vernos arreglados, y muchas veces no sabemos qué ponernos. Es lógico, además no estás solo o sola, debes saber que la mayoría de las personas andan un poco perdidos en este sentido y les parece una auténtica odisea elegir vestuario cada mañana. Lo que sí tenemos que tener en cuenta son ciertos aspectos fundamentales que sirven para todo el mundo. Lo cierto es que tampoco hace falta que pierdas demasiado tiempo en ello. No hay que hacer esfuerzos desmesurados para ir correctamente al trabajo. Basta con tener presente algunos de los errores más comunes para no cometerlos.
Sandalias con calcetines
El pack calcetines y sandalias es algo que pusieron de moda los extranjeros. Ahora es tendencia, incluso hay mujeres que llevan taconazos con medias cortas o calcetines. Sin embargo, ir a la oficina de esta guisa puede repercutir en tu contra. Seguir la moda está muy bien, pero en el trabajo es otra cosa. Aquí debemos mostrarnos más pudorosos, que nuestra estética vaya a la par de la imagen que desea transmitir la empresa: seriedad, rigor profesional, sofisticación, etcétera.
Ropa sin planchar
Intenta que la ropa esté impecable, es decir, sin arrugas. Hoy día es lógico que no tengas demasiado tiempo para hacer ciertos menesteres como planchar, una tarea ardua y fatigosa, pero debes hacerlo. Si te pones unos pantalones o una camisa arrugados, tu imagen se verá afectada. Tus jefes se llevarán una impresión desacertada de ti, en cuanto a que eres una persona algo descuidada y desorganizada. Evita esto a toda costa, más aún si uno de tus cometidos consiste en atender clientes.
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