1. Contouring en la parte inferior del rostro
Si pasan los años y has notado una pérdida de firmeza en la parte inferior del rostro, utiliza el contouring para dar vida a tu mandíbula. Eso sí, tendrá que ser un toque sutil para que quede más natural. Utiliza mejor un formato más fluido. La razón es muy sencilla, lo difuminarás más fácilmente y existirán menos posibilidades de que se cuartee.
También puedes utilizar el método infalible de Kim Kardashian para hacer lo propio en los pómulos, aunque no hace falta marcarlos para darle a tu rostro un toque juvenil. Lo cierto es que con el paso de los años, la grasa de esa zona desaparece y marcarlos aún más te añadirá más años de los que tienes.
2. No te excedas con el maquillaje
No te maquilles demasiado, el resultado puede ser terrorífico. Al fin y al cabo, no sales en televisión y no hace falta utilizar un maquillaje intenso por el efecto de los focos. Aplícate un maquillaje normal y en muy poca cantidad. No abuses porque al cabo de un tiempo, el maquillaje tiende a acumularse en las arrugas, haciéndolas más grandes y visibles.
Algo igual sucede en el caso del fondo de maquillaje que, a medida que cumplimos años, deben ser bases fluidas. Creemos que eso solo es beneficioso para las pieles jóvenes y que las pieles mayores deben ir a bases más compactas. Sin embargo, la pasta densa que se crea no se mimetiza efectivamente en la piel y al gesticular se nota. Las bases de maquillaje hidratantes, fluidas y pigmentadas son las mejores. Primero porque son ligeras y segundo porque tienen un grado de cobertura bastante alto.
3. Cuidado con el polvo
El polvo fija los colores durante más tiempo. Sin embargo, tiene un efecto negativo en cuanto a que añade volumen a las arrugas. Si decidimos emplearlo, es preferible utilizar una cantidad mínima para evitar esta situación.
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