No hay duda de que estar bellos conlleva cierto sacrificio. No es fácil mantenerse en plena forma y lucir perfectos. Ahora bien, existen muchas creencias que suponen una pérdida de tiempo y dinero, pues pueden hacer que te veas peor y dañar tu apariencia. Desde aquí te exponemos las más habituales para que no las hagas caso y sigas con tu vida sin dejarte llevar por ellas.
1. El maquillaje daña tu piel
Debes dejar de pensar en ello. En realidad no es el maquillaje el que daña tu piel, sino el hecho de descuidar tu rostro y no eliminar las impurezas antes de irte a dormir. La piel debe respirar y oxigenarse y si no le das la oportunidad para hacerlo, no hay duda de que la dañarás. Los cosméticos de hoy día contienen filtros UV, así como propiedades protectoras e hidratantes que protegerán tu piel contra el impacto agresivo del medio ambiente. ¡Utilízalas!
2. Cosméticos hipoalergénicos se adaptan a cualquier tipo de piel
Los productos hipoalergénicos carecen de algunos de los ingredientes alergénicos más difundidos como sucede con el caso del alcohol. Sin embargo, el único ingrediente que no conlleva ninguna reacción en la piel es el agua destilada. Por eso es conveniente leer el prospecto de todos los productos, aunque parezcan inocuos, antes de adquirirlos. Los cosméticos, aunque hayan sido elaborados con ingredientes naturales, no son aptos para todas las pieles.
3. Las cremas hidratantes no previenen las arrugas
En la actualidad, muchas cremas hidratantes combaten eficazmente la aparición de las arrugas. ¿Cómo? Lo principal es contar con un buen producto que cuente en su composición con filtros UV, vitaminas y antioxidantes.
4. La piel es capaz de adaptarse a las cremas y éstas pierden su efecto.
Si haces caso de este mito tendrás que cambiar de crema de vez en cuando y si te va bien con una en concreto no tienes que hacerlo. A veces cambiar de crema puede resultar incluso perjudicial, pues puede resultar estresante para la piel. Además, hay que tener en cuenta la temporada en la que estemos para el cuidado de la piel. De ese modo, una crema con un nivel de pH óptimo será suficiente para utilizarla en verano, mientras que en invierno tendremos que contar con una crema que hidrate y nutra, además de contener propiedades protectoras contra el viento, el polvo y los rayos directos del sol.
5. Aplicar la crema con movimientos circulares
Esto es un mito en toda regla. Algunas personas piensan que, si se aplican la crema en el rostro con movimientos circulares desde la parte inferior a la superior, aumentarán el efecto de la misma. Sin embargo, no existe ninguna regla en este sentido y los movimientos no tienen demasiado sentido.
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