Si hay algo que caracteriza a la dieta Mediterránea es el uso del aceite de oliva, un elemento que no falta en ninguna cocina del sur de Europa y del Norte de África y que hace de esta gastronomía una de las más apreciadas del mundo, puesto que su consumo está directamente ligado a un aumento de la longevidad y a una mayor calidad de vida, tanto que desde el extranjero se intentan copiar nuestros hábitos alimentarios y el aceite de oliva es una de las exportaciones, en especial desde España e Italia, con un mayor volumen hacia el exterior, convirtiéndose así además en el motor económico de muchas regiones de estos países.
El hecho de que tengamos un acceso fácil al aceite de oliva, que no barato, hace que muchas veces descuidemos su fecha de consumo preferente así como la conservación del mismo, puesto que , aunque muchos no lo saben, este producto puede estropearse y así perder todas sus propiedades que lo hacen un bien altamente apreciado en la cocina.
¿Cómo saber si está malo?
Lo primero que se debe de prestar atención a la hora de saber si un aceite de oliva está en sus condiciones óptimas de uso es su color. Si bien existe una amplia gama de colores en este producto dependiendo de su variedad y de la aceituna que se ha usado para su elaboración, hay tonos inequívocos de que su consumo no es adecuado. Así, si vemos que presenta un tono marrón demasiado oscuro, lo más probable es que lo hayamos tenido en casa -o en su punto de venta- demasiado tiempo expuesto a la luz y al calor, por lo que el producto del interior de la botella se ha deteriorado irremediablemente. En este caso es mejor que no lo compres o que lo tires a la basura si ya lo tienes en casa, puesto que no hará otra cosa que estropear tus platos. Por otra parte, aunque no todos son capaces de apreciarlo si se da el caso, el aceite de oliva deteriorado ha cambiado su olor y su sabor, volviéndose rancio por la oxidación.
Estas características se dan tanto en los aceites limpios y sin usar, como aquellos que hemos reutilizado varias veces para freír alimentos, por lo que en este último caso, tanto su olor y color nos darán pistas de cuando hay que deshacerse de éste y usar aceite nuevo en la freidora.
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