La borrasca Filomena que ha azotado a gran parte de España no solamente nos ha dejado tiritando en el sentido más literal de la palabra, sino que también hará lo propio con nuestros bolsillos, puesto que la alta demanda de gas y electricidad ha hecho que los precios de ambos consumos se disparen exponencialmente, algo que repercutirá directamente en la próxima factura a la que tengamos que hacer frente. En este escenario y teniendo en cuenta la pérdida de poder adquisitivo general a causa de la crisis del coronavirus, muchos se preguntan si se podría bajar el tipo del IVA que se repercute en ambos productos, del 21%, para así aliviar la ya maltrecha economía de miles de familias españolas.
¿Es posible bajar el IVA de la electricidad y el gas?
La primera respuesta de María Jesús Montero, ministra de Hacienda, es que la Unión Europea impide a España bajar este impuesto, puesto que «Bruselas nos viene llamando la atención por el abuso del IVA reducido" y esta medida "No estaría en línea con lo que se marca por parte de Europa". Las declaraciones tuvieron ayer una respuesta inmediata de varios senadores de varios grupos parlamentarios tanto dentro de la llamada 'coalición de investidura' como fuera de esta en la que se puso de manifiesto que muchos socios europeos gravan estos consumos por debajo del 21% al que se hace en España. Sin ir más lejos, en Portugal algunos contratos energéticos tributar al 6% o en Italia se hace al 10%, un tipo reducido por el que muchos apuestan para España en estos momentos.
Lo cierto es que España tiene tanto competencia como margen para poder reducir el IVA de las facturas energéticas y así compensar estos picos de consumo que han hecho que las próximas facturas a pagar por los ciudadanos se disparen, una realidad que ha hecho a María Jesús Montero rectificar y aceptar que el Gobierno podría bajar la tributación de las mismas, en un caso que recuerda sobremanera al mismo asunto en relación con las mascarillas sanitarias, de las que primero dijo que no se podían bajar sus impuestos para luego situarlo en el tipo superreducido, es decir, al 4%.
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